Cuando hablamos del pasado no solo nos referimos a un tiempo determinado de la vida que ya sucedió y que llegó a su final.
Está de más decir que el pasado puede tener una influencia directa sobre nosotros, y para evitar que las mencionadas consecuencias sean inoportunas o desfavorables, es que debemos darle importancia al pasado.
Usar el Pasado para predecir el Futuro
Sí, así es. Nosotros podemos utilizar el pasado para predecir el futuro. Piensen un poco.
Cuando nosotros conocemos a una persona - sea cual sea el tipo de relación que tenemos con ella -, si nos agrada, debemos investigar un poco sobre su vida.
Si queremos una amistad, una relación o un negocio, conocer su pasado nos servirá para saber qué tipo de comportamiento tendrá esta persona, ya que la mayoría de nosotros cambiamos de hábitos muy lentamente, si es que lo hacemos.
Créanme. Las personas suelen actuar de forma similar tanto ayer, como hoy o mañana. Así que si sabemos que esta persona es alguien que nos puede perjudicar en el futuro en base a su comportamiento del pasado, es mejor pensarlo dos veces.
Si hablamos de una amistad, y esta persona ha traicionado a sus amigos previamente, entonces puede hacer lo mismo con nosotros.
Si hablamos de una relación, y esta persona ha hecho daño antes alguien más o ha tenido comportamientos que no nos agradan, lo más probable es que lo vuelva a hacer con nosotros.
Si entablamos un negocio con esta persona, y en el pasado ha mostrado desgano, desinterés cuando algo va mal o se rinde ante el primer problema que aparezca, de nuevo, es muy probable que lo vuelva a hacer.
Hay una frase que suelo decir cuando tengo este tipo de conversaciones con mis alumno y es así: "Nunca vivas del pasado, pero que te sirva de referencia para conocer a las personas".
¿Puede una persona cambiar?
Por supuesto que sí.
En esta vida, todos estamos en proceso de aprendizaje y evolución.
Así como podemos cambiar físicamente, también podemos cambiar nuestra manera de pensar cuando nos lo proponemos.
Una persona que en el pasado haya sido un ladrón, un abusivo, un golpeador de inocentes, claro que puede convertirse en una mejor persona. Solo que viviremos con el miedo hasta que el tiempo y la demostración de hechos evidencien que efectivamente ha cambiado.
La pregunta es, ¿podemos dar una oportunidad a personas así? Eso ya depende de cada uno de nosotros.
Afortunadamente, este es un caso bastante extremo al que nosotros difícilmente nos veremos expuestos, pero si por casualidad a alguien le toca pasar por esta situación, tengan en cuenta lo que les digo ahora:
"Si vas a cometer errores, que sea nuevos".
Sí, Si nuestra decisión es confiar en una persona en la que creemos que va a haber un cambio positivo en relación a su personalidad, debemos hacerlo y ayudarle con ello si es necesario, y mientras las cosas vayan por un buen camino y con altibajos que no sean "peligrosos", no considero que haya algún problema.
Pero si después de haber entregado nuestra confianza empezamos a ver que esta persona, cualquiera sea la circunstancia que haya vivido, continúa con lo mismo, mi consejo sería que inmediatamente se alejen.
A veces hay personas que simplemente no quieren cambiar por más que tú seas la mejor oportunidad que tenga en su vida.
Esta persona no tiene por qué convertirse en una estadística más en nuestra lista de errores. Por esa razón, insisto, si vas a cometer errores, que sean nuevos.
Nuestro Pasado
Es más fácil y divertido juzgar y hablar de otras personas y sus errores, ¿no? No obstante, lo cierto es que parte de la idea de hacer este artículo es para hablar de nosotros mismos.
Recuerden una cosa, así como nosotros vemos el pasado de otras personas por precaución, ellas o ellos, si son precavidos o si están leyendo este mismo artículo y deciden hacerle caso a este desconocido, lo más probable es que también quieran saber sobre nuestro pasado, y es aquí en donde nosotros desde hoy podemos empezar a tomar el control sobre nuestro futuro.
Memoricen o escriban lo siguiente:
"Cada momento que sucede en nuestras vidas, se convierte en pasado un segundo después".
"Cada momento que sucede en nuestras vidas, se convierte en pasado un segundo después".
Ustedes estarán pensando: "Pero esta frase no tiene nada de profundo, es algo obvio".
CLARO QUE ES OBVIO! Eso es algo que un niño puede deducir sin pensarlo mucho. Pero la idea no es mirar el reloj y ver cómo pasan los segundos, sino tener en cuenta que cada segundo que pasa, nosotros vamos a ir tomando decisiones y cada decisión que tomemos automáticamente formará parte nuestro pasado que podrá ser analizado por alguien más.
Les pongo un ejemplo:
Cuando yo tenía alrededor de 20 años ya estaba con deudas grandes.
Honestamente, no entiendo cómo le hice. Hasta ahora no entiendo cómo es que el banco y algunas personas confiaron en mí si no tenía una base sólida. En ese tiempo pensaba que era un don que la vida me había dado: endeudarme.
La cuestión es que con 20 años ya tenía deudas por al menos 5 años de mi corta vida. Y en una ocasión, esperando en la fila del supermercado para pagar las compras que había hecho, vi que al señor que estaba delante de mí se le había caído la billetera y no se había percatado.
¿Alguna vez han visto aquella imagen en la que una pequeña versión angelical y una pequeña versión diabólica de nosotros mismos se para en cada uno de nuestros hombros para darnos consejos? Bueno, esa fue la primera vez que me sucedió.
Miré hacia los costados y parecía que nadie se había percatado de la billetera en el suelo, solamente yo.
En ese momento necesitaba tanto el dinero que por unos segundo decidí que debía tomar esa billetera.
¿Se dan cuenta? A eso me refiero con que cada instante que pasa en nuestras vidas, un segundo después se convierte en pasado.
Yo decidí por 3 o 4 segundos que debía coger esa billetera y aligerar un poco mis deudas; pero no lo hice.
Lo que hice finalmente fue recoger la billetera y entregársela al señor porque algo dentro de mí no me permitía quedarme con el dinero que traía esa billetera.
Luego, pensé que también habían cámaras de seguridad, en serio que no lo había tenido en cuenta en ese momento. ¿Se imaginan si esas cámaras de seguridad hubieran visto cómo es que yo me llevaba esa billetera? Hubiera sido una especie de robo. Hoy, todos podrían decir que fui un ladrón y lo triste es que estarían en lo correcto. Y yo les pregunto: ¿Ustedes escucharían los consejos de un ladrón?
Hacer y no hacer:
Así como a mí, a todos nosotros nos pasan estupideces por la mente de vez en cuando. A algunos más que otros, no lo voy a negar.
Pero hay una importante diferencia entre hacer y no hacer.
Si yo hubiera tomado esa billetera, sería un ladrón. Pero como no la tomé, puedo decir que soy un escritor y profesor que pretende ser conferencista también. ¿Se dan cuenta la diferencia que puede hacer una sola decisión en nuestras vidas?
Siempre vamos a encontrar situaciones que nos lleven al límite de nuestras emociones o necesidades. Al final, lo que importa no es lo que pensamos, sino lo que hacemos.
Por eso hay una frase que escribí en el 2017 cuando enseñaba en un colegio particular y siempre que podía se lo decía a mis alumnos:
"Piensa muy bien lo que harás el día de hoy, porque el pasado te va a perseguir el resto de tu vida".
"Piensa muy bien lo que harás el día de hoy, porque el pasado te va a perseguir el resto de tu vida".
Si el día de hoy golpeas a alguien en un ataque de furia y lo matas, serás un asesino y eso jamás cambiará.
Si el día de hoy traicionas a alguien, igual, ya no podrás cambiarlo, serás un traidor.
Si el día de hoy dañas a una persona por algo que dijiste o que hiciste, ya nunca... nunca podrás cambiarlo, ¿sabes por qué?, porque EL PASADO NO SE PUEDE CAMBIAR.
Una vez, una amiga mexicana me dijo esta frase:
"El daño emocional o físico es como cuando arrojamos una piedra a un estanque de agua. Con el tiempo las aguas se calmarán, pero la piedra siempre estará ahí".
"El daño emocional o físico es como cuando arrojamos una piedra a un estanque de agua. Con el tiempo las aguas se calmarán, pero la piedra siempre estará ahí".
Por esa razón, pensemos bien lo que vamos a hacer el día de hoy.
Pensemos dos veces. Cuestionemos nuestras decisiones. Intentemos las siguientes preguntas:
Lo que estoy pensando hacer, ¿puede dañar a alguien?
Lo que haré, ¿puede traerme alguna consecuencia negativa?
Lo que quiero hacer, ¿puede desviar mi vida a un rumbo que no deseo?
No voy a mentirles diciendo que yo nunca me he dejado llevar por la ira o el dolor en determinado momento. Así como muchos de ustedes también, he dañado a personas que yo he amado y que ni si quiera se lo merecían, y, por supuesto, también he cometido una cantidad de errores que ya ni si quiera deseo enumerar.
No obstante, la buena noticia es que HOY podemos empezar a mejorar nuestro pasado.
Cada segundo que vivimos, cada instante, cada decisión nueva, cada persona que conocemos, cada oportunidad que se nos presente, todo, todo esto nos puede convertir en mejores personas si optamos por tomar las decisiones más positivas para nosotros.
Si empezamos el día de hoy, en el futuro las personas nos verán con otros ojos.
Si hacemos felices a los que nos rodean, en el futuro quien se fije en nosotros sabrá que también podemos hacerla o hacerlo feliz.
Si nos esforzamos por mejorar como trabajadores, futuros jefes o empresas valorarán esto y verán que somos aptos para realizar el trabajo que se nos presente en frente.
Si nuestros amigos hablan bien de nosotros, gente que ni si quiera conocemos van a querer ser nuestros amigos y se te presentarán nuevas oportunidades.
Todo lo que hagamos el día de hoy, que en un momento se convertirá en pasado, tendrá un efecto directo sobre nuestro futuro.
De modo que el día de hoy tenemos nosotros la gran oportunidad de empezar a cambiar la forma en que nos verán los demás más adelante.
Es una oportunidad fantástica que no debemos dejar pasar porque de esto va a depender cómo estaremos en unos años más física y psicológicamente.
De acuerdo a lo que hagas el día de hoy, te juzgarán o te adorarán, sentirán lástima por ti o sentirán admiración por ti.
¿Y sabes qué es lo más importante de todo esto? Que depende de uno mismo.
Así es!
No necesitamos que algo caiga del cielo o que aparezca en el fondo de un arcoíris para conseguirlo. NO!
Lo podemos empezar a hacer nosotros mismos desde este preciso momento solo pensando primero para hacer después. Increíble, ¿verdad? Solo pensando y haciendo.
Dos verbos realmente poderosos: Pensar - de la forma correcta por supuesto - y hacer.
Hay un Best Seller que les recomiendo mucho que lean llamado: "Piense y hágase rico", escrito por Napoleón Hill en el que nos enseña cómo es que el poder de nuestros pensamientos convierte en realidad nuestros deseos. Ojalá puedan leerlo.
Gracias por tomarse la molestia de leer. Un fuerte abrazo para todos.
David J. Díaz Arámbulo.
Hay un Best Seller que les recomiendo mucho que lean llamado: "Piense y hágase rico", escrito por Napoleón Hill en el que nos enseña cómo es que el poder de nuestros pensamientos convierte en realidad nuestros deseos. Ojalá puedan leerlo.
Gracias por tomarse la molestia de leer. Un fuerte abrazo para todos.
David J. Díaz Arámbulo.
Comentarios
Publicar un comentario